Al paso de los años

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Al paso de los años

A veces no sabes si son los años o son los daños los que te han labrado como un trozo de roble para que seas quien está en el espejo en las mañanas.

Los días pasan y cada prueba en esta vida, casa forma que tiene el destino de sacarte el aire, dejarte sin cojones, es más y más intensa.

Sueles pensar que no se podrá, que no lo superarás, que te hundirás incluso pides desaparecer de este mundo. Y luego cuando ha pasado lo horrible, cuando sale el sol y la tormenta se termina; notas secar tus lágrimas en las mejillas, tus rodillas empiezan a sanar, vuelves a respirar, y abres tus ojos de nuevo.

Pero hay algo muy cierto en esto, nunca dejan de estar ahí los surcos que hicieron esas lagrimas al rodar por tus mejillas, nunca se borra la cicatriz de las rodillas de tanto caer, tu respiración no vuelve a ser igual y lo más deprimente, es que al abrir los ojos nada será igual y una de las cosas que tanto se pierde y tan pronto es la inocencia, la inocencia con la que veías la vida, las personas, tu existencia.

No vuelves a ser la misma.

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