Voy a escribirte de tanto que duele (2)

Después de esa pausa que me tome para seguir escribiéndote, siento las lagrimas acumularse en mis ojos, sin querer salir, pero por lo menos sé que están ahí. Quiero que corran en mis mejillas redondas, para que con ellas corra un poco de este dolor, y de lo amargo de esta situación esperando sentirme un poco mejor. 
Recuerdos que azotan mi mente, mensajes que aparecen en ella en forma de fotografía, palabras que escucho a manera de susurros, y besos que recibí que ahora queman mi piel. 
Con esta situación maldigo a los médicos. ¿No se supone que con las pastillas que estoy tomando no debería estar tan afectada? ¿Los antidepresivos no son una pastilla para la felicidad? No me imagino si no los estuviera tomando. Anoche me invadían las ganas de ponerme otra marca en el cuerpo que me recordara lo ingenua que he sido. No tenía cigarros lamentablemente que apagarme en el cuerpo. 
De nuevo haré otra pausa por qué mis manos duelen, duelen al escribir estas líneas que me queman por dentro. ​​​​​​​